Cuando, en los terrenos del arte, dos personalidades
generosas se encuentran, podemos asegurar que surgirá de ello una obra
apasionada y reveladora. En el caso de “Ready !”, la generosidad nos viene
servida en bandeja por la trayectoria de Perales y Galiana, y la revelación
toma forma en una plácida sonrisa que se regocija en el gusto de reconocer las
múltiples referencias musicales que ambos manejan. Cuando valiosas referencias musicales son manejadas por
artistas que las han asumido de forma íntima y sentida, toman salvia nueva y se
nos presentan enriquecidas, nos aportan
esperanzas para sentir que ese profundo
tesoro no será olvidado por la vorágine infertilizadora de los supuestos
“nuevos tiempos”…
En este sentido, “Ready !”, este disco generosamente
apadrinado por “Clamshell Records” resulta revelador por su generosa labor de
reconciliación entre los enfrentados mundos que reciben los nombres de “Improvisación Libre”, por un lado, y “Música
Improvisada”, por el otro. Pues bien es cierto que, aunque parezca un chiste,
ambos términos se encuentran enfrentados: para el lector que no esté
familiarizado con este cómico dilema, hemos de comentar que el primero rechaza
(en pos de la libertad) todo tipo de referencias musicales anteriores y “patrones”
rítmicos, mientras que el segundo se limita (en pos de la libre
improvisación) a utilizar todo material sonoro que pueda surgir durante el evento
de improvisatorio…
“Ready !” es capaz de eliminar, desde los primeros
momentos de la grabación, esta absurda e
intelectualizadora dicotomía: de ahí nuestra “plácida sonrisa”…
Por otro lado, a este disco se le escucha como algo redondo,
acabado; mas, al escucharlo enlatado en una grabación, nos apetecería
intervenir en sus mundos sonoros, o quizás haberlo hecho si hubiéramos estado
presentes en el momento de la grabación… y esto es algo que evidencia también la
exquisita producción de un disco que fue grabado en la más estricta
improvisación y que ha sabido procesar y presentar el producto en cd como una
obra acabada y sugerente, ampliamente disfrutable en la casa de cada uno… y
¿Por qué no?...
El que escribe esto ya tenía conocimiento acerca de las
capacidades del señor Galiana, pero este disco resulta también revelador cuando
descubrimos la sabia y comedida actuación del pianista Carlos D. Perales, quien
parece haber encontrado el término justo para la interacción pianística en
estos difíciles terrenos. Con pequeñas pinceladas es capaz de crear espacios
tensos y reconcentrados que el saxo de Galiana sabrá aprovechar con eficiencia
expresiva. Ambos músicos se reparten el papel percusivo, en lo que la técnica
de sus instrumentos es capaz de ofrecer, recreando un atractivo espacio de
energías contenidas y abstracciones sutiles.
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